HISTORIA DE JUMANDY


HISTORIA DE JUMANDY

Como lo hizo Francisco de Orellana hace ya 400 años, claro está, él sin automóvil ni carretera asfaltada, dejamos la franciscana Quito para en dirección al Oriente, empezar a subir la cuesta que atraviesa Los Andes,  y en menos de dos horas, cruzamos el punto más alto, y peligroso de esta carretera.

Fernando Ehlers, Director Programa La Televisión, dice: "Prácticamente todos los transportistas que recorren esta carretera que une a Quito con el Oriente ecuatoriano paran en algún momento para darle las gracias y pedirle favores  a su virgen, a la virgen del Páramo en este el punto más alto de todo el camino, casi 4000 mts de altura".

Con fotos tamaño carnet, flores y una velita encendida se recuerda a aquellos que por un descuido, imprudencia propia o ajena,  o por la voluntad divina, ya no están para surcar por esta peligrosa vía que une al país.

Pero estábamos de suerte y el tiempo mejoró, permitiéndonos observar la laguna de Papallacta, y donde ésta termina, empieza una vía esperada por años, lo que antes tomaba horas de malos caminos de tierra y peligrosos barrancos sin señalización, hoy es una excelente carretera en su mayoría de concreto, que permite realizar el viaje Quito, Tena en menos de 4 horas.

Tras pasar por el poblado de Baeza, tuvimos nuestra primera visión de la puerta de entrada a la aparentemente infinita llanura amazónica.

Caudalosos ríos llevan el agua de los Andes hasta el Atlántico, y riegan llanuras donde hombres y mujeres coexisten con la más rica diversidad animal y vegetal encontrada en el planeta . Este es el pulmón del mundo, hogar de tribus de sabiduría milenaria, especies únicas y maravillosas, pero es también, una de las regiones más amenazadas y explotadas en la tierra.

189 kms de distancia separan a Quito, de la capital de la Provincia del Napo, el Tena, pero antes de esta ciudad, se encuentra Archidona, antigua y calurosa población, que data de 1560,  cuya mayor atracción turística, las cuevas de Jumandy,  está muy cerca,  en plena carretera.

Aquí nos esperaba Luis, guía nativo, y su fiel acompañante, una  boa de un año  llamada Karina.

Siguiendo el vuelo de la oropéndola, acompañamos a Luis a través de este complejo turístico hasta uno de sus principales atractivos, los petroglifos, figuras talladas en inmensas rocas que describen escenas de la vida diaria, hechas, se presume, por los antiguos habitantes de una civilización perdida: los Quijos.

Luis, Guía Nativo, dice: "Nosotros podemos ver dejaron unas enseñanzas nuestros abuelos por ejemplo aquí tenemos un petroglifo que significa como las mujeres antiguamente daban el parto".

Antiguas tradiciones que aún se practican en las comunidades kichwas de la zona, al igual que la preparación del maito.

El maito o envuelto, es la forma de preparar, en este caso, un pescado de río, que después de salarlo, se lo envuelve en una hoja de bijao para ponerlo directamente sobre la brasa. Media hora más tarde, el maito está listo, la blanca y delicada ha absorbido la sal y la fragancia de la hoja, un plato que por su cocción sin aceite es sumamente sano y simplemente delicioso.

Más maito, yuca y un caldo de un pez con apariencia prehistórica nos esperaban antes del plato fuerte, el chontacuro, o gusano del palmito, que aquí, se lo come vivo.

Su poderosa mandíbula, su último recurso antes de ser devorado, puede ser peligrosa.

El energizante te de hoja de guayusa sin duda ayuda a pasar la textura incómoda del gusano.

Y entonces le tocó el turno a Isabella.

Para los quichuas, el chontacuro es una importante fuente de proteínas en su dieta, lo que no es el caso de esta quiteña.

Con bailes típicos una versión moderna de la música tradicional kichwa, y las artesanías que las comunidades aquí realizan con semillas y productos naturales, llegamos a la boca de las cavernas, donde un shamán preparaba un pequeño ritual de limpia antes de nuestro ingreso.

Protegidos por la sabiduría ancestral y auxiliados por las modernas lámparas de cabeza, iniciamos el recorrido por este río que brota de la tierra, pero de pronto un silbato aplacó a los guardianes de las cuevas, jóvenes de la comunidad, quienes representan a los descendientes de Jumandy, legendario héroe de los quijos que se cree habitó estas oscuras cuevas  para proteger a su pueblo de los invasores españoles. En la profundidad de la tierra conocimos su historia.

Luis, Guía Nativo, dice: "Jumandy fue uno de los héroes muy importantes de aquí del Ecuador que  comandó una rebelión y puso en peligro la integridad de los españoles en toda la Real Audiencia de Quito, viendo los malos tratos que daban los españoles hacia su gente Jumandy muy enojado decide tomar y quemar Baeza, recoge mujeres, niños y ancianos esconde  en estas cuevas  y los hombres salen a luchar".

Pero estas cuevas esconden más que historias, a través de sus estrechos pasadizos habitan centenares de murciélagos, y gracias al agua y su lento gotear toman vida caprichosas formas que cuelgan desde el tumbado, las estalactitas, se forman con los minerales que gracias al agua se depositan a través de millones de años uno sobre otro, y sus exactos, opuestos, las estalagmitas, que parecen surgir de los suelos para eventualmente unirse a sus hermanas minerales.

Los locales han encontrado formas en estas rocas, como quien encuentra objetos en las nubes.

Otras sirven para hacer música subterránea.

Turistas del mundo entero quedan fascinados con este secreto del oriente ecuatoriano.

Y si se observan con atención, pueden encontrarse con arañas y otros insectos perfectamente adaptados a la falta de luz, incluso algunas plantas desafían las leyes de la fotosíntesis y aprovechan el rico lodo de las cavernas, que sirve también, como tratamiento facial.

Bien camuflados nos acercamos hacia la parte final del recorrido, con la concha ceremonial, Luis pidió permiso a la cascada subterránea para recibirnos en sus frías pero vigorizantes aguas, una experiencia difícil de describir, donde la vista debe ceder el paso a otros sentidos, quizás menos agudos en el humano, pero que nos permiten sentir de otras maneras, la indiscutible relación que tenemos todos con el líquido vital en todas sus formas, así sea bajo la tierra y en total oscuridad.

Al salir ya era de noche, qué importaba ya estábamos estar acostumbrados a las tinieblas.

Ecuador a tu Alcance le recomienda hospedarse en la Hostería Hakuna Matata, ubicada a tan solo 15 minutos de Archidona, y 20 del Tena.

Tiene capacidad para 32 personas en cómodas y frescas habitaciones, y cabañas, todas con baño privado y agua caliente. Los precios arrancan desde los 50 dólares por persona, que incluyen desayuno cena e impuestos.

En las 150 hectáreas de la propiedad se pueden realizar cabalgatas por la selva, observación de aves,  kayak y rafting, o simplemente relajarse en su piscina,

 

Cuevas de Jumandi, en Napo Ecuador, en lo profundo de la Amazonía

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Cuevas de Jumandi

Información general

Las cuevas de Jumandi, (a veces escrito Jumandy), se encuentran a unos cinco kilómetros al norte de la ciudad de Archidona, en la selva ecuatoriana, y a 12 kilómetros al norte del Tena. Las cuevas fueron nombradas en honor a un hombre llamado Jumandi, que luchó contra los conquistadores españoles, siendo un héroe indígena.
A la llegada a las cuevas, los visitantes son equipados con botas de goma, y se aconseja llevar sólo su traje de baño, las botas y tal vez una camiseta. Y hay una buena razón para ello, pues en algunos puntos durante la gira, habrá la oportunidad de nadar. En algunos momentos es necesario caminar por el agua o nadar al siguiente punto, en la ruta del sistema de cuevas. Se recomienda que los visitantes lleven una linterna. Esto se debe a que la visita guiada a las cuevas dura aproximadamente 45 minutos, pero las cuevas no están bien iluminadas, aparte de en la entrada y en algunos otros puntos a lo largo de la gira.
Este tour sigue una ruta a través de las cuevas, que es interesante en varios sentidos. Por un lado, muchos de los pasajes están a menos de dos metros de altura, por lo que los visitantes necesitan cuidar sus cabezas en todo momento. Aparte de esto, la natación de un punto a otro, hace que el recorrido sea muy emocionante, y en un punto, existe la posibilidad de tratar de tocar el fondo del suelo de la cueva, en un profundo pozo de agua. Pocos pueden lograrlo. El agua es agradablemente  cálida, ya que las cuevas se encuentran en la región de la selva del Ecuador. Los visitantes podrán saltar por encima de las cascadas, ver murciélagos y tocar estalactitas y estalagmitas.
Aparte de las caminatas y la natación, hay una gran cantidad de estalactitas y estalagmitas que han creado interesantes formaciones rocosas. Hay muchas oportunidades para fotografiarlas en el camino. Para aquellos más interesados en tratamientos de spa, es posible embarrarse con barros terapéuticos en la cara, que tienen fama de ser muy buenos para la piel.

Este tour sigue una ruta a través de las cuevas, que es interesante en varios sentidos...

Después del viaje a través de las cuevas, los visitantes pueden ducharse en el complejo, con las mangueras que se les proporcionan, pues el camino de regreso en las cuevas, puede ser muy lodoso También hay una piscina y un restaurante. El horario de atención de las cuevas, es de 8 am a 6 pm de la tarde, y se abre todos los días. El costo de entrada es $5, que incluye la visita a las grutas.

Aspectos destacados

Natación en las Cuevas - una visita a las Cuevas de Jumandi, requiere un poco de natación dentro de las propias cuevas. Nadar a partir del final del sendero, hasta el siguiente punto, a lo largo del camino, en la oscuridad y con sólo una linterna, puede ser muy emocionante. También hay puntos en la ruta, donde se puede por un agujero lleno de agua, en las profundidades, ver si es posible tocar el fondo, cosa que muchos intentan, pero que es difícil de lograr.

Estalactitas y estalagmitas - como era de esperarse, las Cuevas de Jumandi, están llenas de muchas diferentes e interesantes estalactitas y estalagmitas, para que el visitante pueda observar y fotografiar. Para entretener a los visitantes durante la gira, los guías de las cuevas son capaces de tocar melodías en una parte de estas formaciones de la roca. Las cuevas cuentan con algunas formaciones de columna interesantes y algunas áreas están llenas de formaciones. Por favor no las rompa ni pretenda extraer “recuerdos” porque así destruye el atractivo de las mismas.

Barro Terapéutico - durante una visita a las Cuevas de Jumandi, los guías llegan a una etapa, en la que son capaces de mostrar a los visitantes el barro terapéutico. El barro de las cuevas, se cree que tiene propiedades útiles para la salud de la piel. Los turistas son alentados para embarrarse el fango sobre sus rostros. Incluso aún si el barro no funcionara, igualmente es un gran entretenimiento para los turistas.

Buceo - las Cuevas de Jumandi ofrecen a los buzos experimentados, la oportunidad de explorar sus oscuras profundidades, para ver lo que se esconde en sus profundas aguas. El buceo en las frías aguas de las cuevas de agua dulce, es una experiencia de buceo, que sólo debe ser intentado por los que saben lo que están haciendo, e incluso así, sólo hacerlo con un guía bien informado y experimentado.

El Complejo Turístico de las Cuevas de Jumandi – el turismo en las cuevas no se limita a las propias cuevas. En el complejo turístico de aquí, también podrá encontrar una piscina, un canal artificial y un snack bar. Después de una bien empleada mañana explorando las cuevas y llegando todo embarrado, un baño en las duchas y luego el paso a la piscina limpia es muy apreciado.

Caminatas por la selva - las Cuevas de Jumandi se encuentran cerca de Archidona y Tena, por lo que es posible realizar caminatas por senderos a través de la selva circundante. Estas caminatas ofrecen la oportunidad de ver interesantes aves y vida silvestre y observar la selva lluviosa de primera mano.

Cómo llegar

La mejor manera de llegar a las Cuevas de Jumandi, es tomar un bus desde Quito a Archidona, en la región del Oriente ecuatoriano. Los autobuses salen con frecuencia desde el terminal de autobuses del sur de Quitumbe, en Quito.

TRANSPORTE

Para llegar a Quitumbe, los visitantes tienen la opción de tomar un taxi o un autobús. Tomar un taxi cuesta alrededor de $10, directamente a la terminal, y tendrá una duración aproximada de media hora, dependiendo del punto de partida en la ciudad. Puede tomar más tiempo cuando el tráfico está más pesado. Aquellos que deseen ahorrar dinero y quieran tomar el autobús, deberán tomar el Trolebús, y llegar a su última parada. Aquí el viajero debe bajarse e ir a la terminal de autobuses Quitumbe.


COSTO


 El costo de esta ruta es de $ 0,25, y este viaje en el trole tendrá una duración aproximada de una hora.
Desde la terminal de autobuses Quitumbe, los viajeros deben tomar los autobuses que van a Archidona. Aquellos que van en dirección al Tena también son buenos. La ruta del autobús es muy bonita, primero subiendo por los Andes y sobre el paso de montaña que está cerca de Papallacta. Desde allí, el autobús desciende a los valles profundos en la selva. En cuestión de media hora, el escenario cambia de páramo hasta el denso paisaje boscoso. Se recomienda tomar este viaje durante el día, para apreciar el viaje.

LUGAR

El viaje a Archidona o Tena cuesta aproximadamente $6, y toma alrededor de cinco horas.

HOSPEDARSE

Lo más probable para la mayoría de turistas sería hospedarse en Archidona o Tena,

ATRACTIVOS TURISTICOS

y pueden tomar un taxi desde cualquiera de estos lugares, hasta las Cuevas de Jumandi. Sin embargo, es posible bajase del autobús en las Cuevas de Jumandi, porque la entrada al complejo está en la ruta.

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